
¿Y qué más rico que un helado de cien pesos mientras vamos en la micro? O bueno, de cientocincuenta o doscientos, si uno anda más pudiente y quiere uno de esos helados más 'cototos'.
Lo cierto es, que el tío de los helados le haría un favor al medio ambiente y al país, si además de su cajita con los helados, tuviese otra para los papeles. Porque ¿han visto gente más cochina que los santiaguinos? Yo, al menos, creo que no. 

Y por muy fruncido que ponga mi ceño y clave mi mirada en 'aquellos' sujetos, éstos ni se inmutan cuando terminan de comerse su helado y botan descaradamente el papel y el palito al suelo.
Al menos, ahora hay algunas micros que vienen con basurero. Sin duda, uno de los mejores inventos del siglo XXI.
Fuentes: